Javier Milei, presidente electo de Argentina, se embarcó en su primera travesía internacional después de su reciente victoria en las elecciones de segunda vuelta. Su visita a Estados Unidos incluyó un encuentro constructivo con altos funcionarios del gobierno estadounidense en la Casa Blanca, donde las conversaciones se describieron como altamente positivas, según informó la oficina del próximo líder argentino.
En esta reunión, celebrada el martes pasado, Milei se encontró con Jake Sullivan, asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, para discutir una amplia gama de temas, desde la agenda geopolítica global hasta la defensa de valores fundamentales como la libertad, destacando una clara alineación con los principios occidentales.
Es importante señalar que este encuentro se llevó a cabo en ausencia del presidente estadounidense Joe Biden, quien se encontraba fuera de Washington asistiendo a compromisos fuera del país. Sin embargo, la representación del gobierno de Estados Unidos estuvo compuesta por figuras clave como Juan González, director sénior del Consejo de Seguridad Nacional para el Hemisferio Occidental, Brian Nichols, subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental, y el embajador de Estados Unidos en Argentina, Marc Stanley, quienes también participaron en estas conversaciones enriquecedoras, según lo detallado en el comunicado oficial.
Jake Sullivan, en representación del gobierno estadounidense, expresó su disposición para colaborar con la transición del próximo gobierno argentino, reconociendo los desafíos políticos, económicos y sociales que enfrenta el país sudamericano en la actualidad. Esta declaración se acompañó de una imagen del encuentro, destacando su relevancia y el tono positivo de las discusiones.
Posteriormente a esta cita en la Casa Blanca, Milei regresó a Argentina sin mantener una reunión programada con Kristalina Georgieva, directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), con quien previamente había sostenido una videoconferencia. Sin embargo, su equipo, representado por su jefe de gabinete, Nicolás Posse, y Luis Caputo, posible futuro ministro de Economía de Argentina, se quedó para sostener reuniones técnicas con el FMI y el Departamento del Tesoro.
En el contexto de una crisis económica preocupante en Argentina, con una inflación del 140% y un índice de pobreza del 40%, se abordaron los desafíos complejos que enfrenta el país, así como los planes para estabilizar la situación y promover un crecimiento más sostenible, según informaron fuentes oficiales del organismo.
Se espera una colaboración estrecha entre ambos equipos en el futuro, especialmente considerando la postura de Milei, quien no teme implementar recortes presupuestarios y ha propuesto medidas audaces como la privatización de empresas estatales, además de reducir el gasto público más allá de las expectativas del FMI.
Javier Milei ha subrayado su disposición para tomar decisiones difíciles al asumir el cargo el 10 de diciembre, ya que el país necesita fondos urgentemente para cumplir con sus obligaciones financieras. No obstante, se presentan desafíos significativos en cuanto al cumplimiento de las condiciones fiscales y de reservas requeridas por el FMI, debido a discrepancias en los números actuales.
Milei también tiene la opción de reevaluar el programa de préstamos con el organismo internacional. Mientras tanto, se continúan las gestiones para completar la estructura del nuevo gobierno en Argentina.
En este sentido, se confirmó la incorporación de Eduardo Rodríguez Chirillo al equipo de gobierno, quien estará a cargo de la cartera de Energía, según lo anunciado por la oficina de Milei en un comunicado oficial.
Este primer viaje de Milei como presidente electo incluyó un encuentro en Nueva York con el expresidente demócrata estadounidense Bill Clinton y Christopher Dodd, asesor de Biden para América Latina. Previamente, realizó una visita simbólica a la tumba del rabino de Lubavitch en la ciudad de Nueva York, un gesto significativo para el líder argentino, quien, a pesar de ser católico, muestra un marcado interés en el judaísmo y en fortalecer los lazos con Israel.