El huracán Beryl, el primero de la temporada atlántica de 2024, ha dejado una estela devastadora tras su paso por Carriacou, Granada, donde tocó tierra con categoría 4 esta mañana. Uno de los impactos más significativos fue el hundimiento del emblemático crucero de fiestas Jolly Roger en Bridgetown, Barbados.
Conocido como el buque insignia de la diversión en el Caribe, el Jolly Roger sucumbió ante la intensidad del fenómeno atmosférico, catalogado por el Centro Nacional de Huracanes (NHC) como “extremadamente peligroso”, con vientos y tormentas potencialmente mortales.
Los estragos en Carriacou incluyen árboles derribados y techos destrozados, mientras que en Barbados, videos locales muestran vientos violentos y ráfagas de hasta 200 km/h, especialmente en la región oriental de las Islas de Barlovento.
El Ministro de Asuntos Públicos de Barbados, Wilfred Abrahams, ha instado a los residentes a mantenerse en sus hogares hasta nueva orden. Mientras tanto, en Bridgetown, largas filas en gasolineras y supermercados reflejan la urgente búsqueda de alimentos y suministros básicos.
Barbados, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Granada y Tobago permanecen en alerta de huracán, mientras que Martinica, Dominica y Trinidad están bajo advertencia por tormentas tropicales. En Tobago, se ha declarado estado de emergencia con el cierre indefinido de escuelas, según el gobierno local.
En Guatemala, la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) ha elevado la alerta estatal de amarilla a naranja debido a la proximidad del huracán Beryl, indicando un peligro inminente y movilización de recursos para responder a posibles emergencias.
