El presidente Andrés Manuel López Obrador considera el informe más reciente de la DEA sobre la presencia de los cárteles mexicanos en Estados Unidos como un “refrito”, argumentando que esta información no es nueva, sino que ya se conocía desde hace años.
Según López Obrador, la presencia de los cárteles Sinaloa y Jalisco Nueva Generación en casi todos los estados de EE. UU. se remonta a cinco años atrás, según lo indicado por el ex agente de la DEA, Mike Vigil. El presidente señala que esto se gestó durante lo que él llama “narcoestado” en México, durante el gobierno de Felipe Calderón y su secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna.
López Obrador destaca la importancia de la estrategia en México para evitar los asesinatos relacionados con el narcotráfico y la colaboración con Estados Unidos en esta materia. Sin embargo, enfatiza que el principal problema en EE. UU. es la pandemia del consumo de fentanilo y la necesidad de abordar las causas de la adicción, como el abandono a los jóvenes y la desintegración familiar.
En cuanto a la cooperación bilateral, López Obrador menciona la necesidad de consolidar la coordinación en materia migratoria para regular el flujo migratorio en la frontera norte. Destaca una disminución en el número de migrantes que intentan ingresar a EE. UU. y enfatiza la importancia de que los ciudadanos estadounidenses conozcan y utilicen los cauces legales para obtener visas de trabajo.
Además, el presidente aboga por la inversión estadounidense en países centroamericanos y un acuerdo definitivo con Venezuela, así como el levantamiento del bloqueo a Cuba, como medidas para abordar el problema migratorio en América del Norte.
Por último, López Obrador celebra la posible eliminación de restricciones para que los migrantes cubanos envíen remesas a sus familias en Cuba, destacando la importancia de esta ayuda humanitaria.
