En Francia, se ha desatado un escándalo tras la detención del senador Joël Guerriau, acusado por una mujer, supuestamente una diputada, de haberla drogado con la intención de cometer un abuso sexual.
Los acontecimientos se remontan al pasado martes, cuando la posible víctima, identificada extraoficialmente como una diputada, comenzó a sentir malestar después de consumir una bebida en la residencia de Guerriau, miembro del partido centrista Horizons y aliado del ex primer ministro Edouard Philippe.
La mujer abandonó la casa sintiéndose mal y pruebas posteriores confirmaron la presencia de éxtasis en su organismo. Según la fiscalía de París, el senador está acusado de “administrar a una persona, sin su conocimiento, una sustancia que puede perjudicar su discernimiento o el control de sus acciones para cometer una violación o una agresión sexual”.
Las inspecciones en la vivienda de Guerriau revelaron la presencia de drogas, y los análisis de sangre realizados al legislador dieron positivo, encontrando restos de anfetaminas, opiáceos, cannabis, cocaína, metadona y MDMA, según fuentes de la investigación citadas por la cadena BFMTV este viernes.
La defensa de Guerriau ha negado vehementemente las acusaciones. Durante un careo llevado a cabo este viernes entre el senador y la denunciante, el abogado Rémi-Pierre Drai afirmó que Guerriau mantuvo su versión de los hechos, tratando de desacreditar cualquier indicio de delito.
