En la oscura noche del miércoles 15 de noviembre, un fatídico episodio sacudió la tranquila colonia Tres Reyes en Cancún. El eco de disparos resonó en esta comunidad, marcando el final trágico de un joven barbero, cuyo negocio se ubicaba en este pacífico vecindario. Se presume que este violento acto estuvo relacionado con un presunto cobro de “derecho de piso”, sumándose así a la serie de eventos lamentables que persisten en Benito Juárez, bajo la aparente inacción de Ana Paty Peralta y su administración ante la creciente inseguridad.
Los detalles del incidente indican que dos individuos armados irrumpieron en la quietud de la noche a bordo de una motocicleta. Sin mediar palabra, dispararon hacia el establecimiento del joven barbero, dejando en el aire el sonido estremecedor de tres o cuatro disparos.
La comunidad, alarmada por el estallido de la violencia, solicitó auxilio al número de emergencia 911, clamando por ayuda ante el suceso que tenía lugar en la barbería localizada en la colonia Tres Reyes de Cancún.
Los equipos de respuesta, compuestos por agentes policiales y personal médico, se apresuraron al lugar de los hechos. Sin embargo, la cruel realidad se impuso: el joven, víctima de los disparos a quemarropa, ya no presentaba signos vitales.
El área se convirtió en escenario de investigación, rodeada por las autoridades de la Fiscalía General del Estado (FGE) de Quintana Roo y los especialistas del Servicio Médico Forense (Semefo), quienes realizaron la recolección del cuerpo y la posterior necropsia como parte del proceso legal.
Cancún, desafortunadamente, no logra escapar de la espiral de violencia que la envuelve. La estrategia para mitigar la inseguridad sigue siendo un punto sin resolver para el gobierno y la Policía, liderados por Ana Paty Peralta. Día tras día, la comunidad enfrenta el embate de asesinatos, robos, extorsiones y una variedad de delitos, sin que se perciba un plan sólido que contrarreste esta preocupante realidad.
