CHETUMAL, 1 de septiembre.- La penumbra de la noche en el sector Adolfo López Mateos se vio empañada por un desolador descubrimiento: el cadáver de una mujer. Este dramático suceso pone de manifiesto la gravedad del problema del alcoholismo y deja al descubierto la aparente falta de interés de las autoridades en abordarlo adecuadamente.
Poco antes de las 11:00 p.m., una llamada al número de emergencia 911 alertó sobre el hallazgo de una mujer sin signos vitales en la confluencia de las calles Heriberto Jara e Ignacio Ramírez. A pesar de la pronta respuesta de los paramédicos de la Cruz Roja Mexicana y la policía preventiva, los técnicos en urgencias médicas confirmaron con pesar la trágica noticia de su deceso.
Los informes iniciales sugieren que la víctima estaba luchando contra la adicción crónica al alcohol, un problema que destaca los desafíos relacionados con la salud mental y las dependencias que enfrentan numerosos habitantes de la ciudad.
Un equipo de la fiscalía general del Estado llevó a cabo el protocolo para el levantamiento del cuerpo, permitiendo así la realización de la necesaria autopsia de acuerdo con la ley.