En un nuevo episodio de inseguridad que agita la tranquilidad de Felipe Carrillo Puerto, emerge otro trágico caso de secuestro que ha sumido a la comunidad en un estado de consternación. Esta ocasión, el afectado es un joven mototaxista, de apenas 23 años, cuya identidad se preserva mediante siglas con el propósito de salvaguardar su seguridad.
Los hechos acontecieron en la comunidad de Tihosuco, en un momento en que la oscuridad dominaba el horizonte. Alrededor de las 3 de la madrugada, el mototaxista compartía amigablemente con compañeros, disfrutando de la compañía y compartiendo bebidas alcohólicas en las afueras de su morada, ubicada en la serena colonia de Santa Ana. Súbitamente, un grupo de individuos enmascarados surgió a bordo de un vehículo, ejecutando una maniobra precisa y veloz.
Sin conceder espacio a la más mínima reacción, estos sujetos sombríos privaron al joven de su libertad, maniobrando con precisión y celeridad sorprendentes. Lo subieron a su vehículo y se esfumaron en la penumbra con una velocidad asombrosa. La familia, al descubrir la escena, no tardó en recurrir a la línea de emergencia 911, en un intento angustiado por solicitar asistencia.
Hasta el presente instante, los tenaces esfuerzos de las fuerzas del orden para ubicar al joven han resultado infructuosos, y la angustia se ha apoderado de los corazones y las mentes de la comunidad. Este nuevo incidente de inseguridad conmueve profundamente, ya que afecta directamente a un individuo que previamente se ganaba la vida de manera honrada como mototaxista.
Los esmerados procedimientos de investigación realizados por las autoridades señalan hacia la posibilidad de una venganza como el posible móvil detrás de este desconcertante acontecimiento. A medida que las horas pasan, las autoridades trabajan incansablemente para arrojar luz sobre el caso, brindar respuestas a la familia angustiada y aliviar las preocupaciones que se propagan por Tihosuco y su población.