Playa del Carmen ha experimentado una transformación notable en términos de seguridad bajo el liderazgo de la presidenta Lili Campos Miranda. La ciudad, que alguna vez ocupó el lugar 17 en la lista de sitios más peligrosos, ha emergido de manera notable, presentando un entorno mucho más seguro y confiable en la actualidad.
La gestión de Lili Campos ha sido determinante en este cambio radical. El municipio de Solidaridad, hogar de Playa del Carmen, ha logrado abandonar la lista de los 50 municipios más violentos de México y se ha posicionado en el segundo lugar en Quintana Roo en cuanto a percepción de seguridad, marcando un progreso significativo.
Al inicio de su mandato, Campos se encontró con una situación preocupante en términos de delincuencia: extorsiones, homicidios, violencia familiar y una sensación generalizada de inseguridad que afectaba a los residentes. Sin embargo, su liderazgo ha marcado un cambio rotundo en esta dinámica.
Los índices delictivos han sufrido una drástica disminución bajo su gestión. La confianza de la población en las autoridades se ha fortalecido, lo que se refleja en un aumento notable en las denuncias por delitos.
Estos resultados positivos son el fruto de inversiones considerables en seguridad. El parque vehicular de seguridad ha pasado de tener apenas 20 patrullas a contar con 324, de las cuales 259 son completamente nuevas. Además, se ha ampliado el número de elementos en la corporación de Seguridad Pública.
La estratégica instalación de más de 360 cámaras de videovigilancia en puntos clave de Playa del Carmen ha sido otro factor crucial. Paralelamente, se han mejorado los sistemas de seguridad en las entradas y salidas de la ciudad.
Se han implementado tres puntos de control de seguridad, similares pero adaptados a las dimensiones de las carreteras. Uno de estos puntos, ubicado en la carretera de El Tintal y valuado en 9 millones de pesos, está equipado con dispositivos para prevenir posibles fugas vehiculares. Estos puntos de control han contribuido de manera significativa a fortalecer la seguridad, consolidando a Playa del Carmen como una ciudad “blindada”.
Gracias a las estrategias implementadas y a las inversiones realizadas, Playa del Carmen se ha transformado en un lugar mucho más seguro, un logro atribuible a la gestión encabezada por Lili Campos, quien ha logrado rescatar el destino y mejorar notablemente la percepción de seguridad en la región.