En el rincón norponiente de Playa del Carmen, los comerciantes enfrentan un desafío energético a raíz del apagón que comenzó su andadura la noche pasada. A pesar del sofocante calor que envuelve sus establecimientos, persisten en mantener a su personal en sus puestos de trabajo. Los negocios, que confían en sistemas electrónicos para sus operaciones, tales como farmacias, tiendas de conveniencia y supermercados, han instado a sus empleados a presentarse, aferrándose a la esperanza de que el suministro eléctrico se restablezca en breve.
En los supermercados situados en el fraccionamiento de Villas del Sol, se puede observar a los empleados congregados en las afueras, soportando estoicamente el calor insoportable generado por la falta de aire acondicionado. Mientras tanto, otros comerciantes han optado por cerrar temporalmente sus puertas.
La carestía de energía eléctrica también ha dejado su marca en cruces viales de importancia capital, como el cruce entre la avenida Lilis y la avenida CTM, así como en la carretera al Tintal, donde agentes de tránsito se esmeran en supervisar el flujo vehicular, ante la inoperancia de los semáforos.
El flujo eléctrico se interrumpió a causa del sobrecalentamiento de ciertas líneas, las cuales precisaron ser reemplazadas. Sin embargo, durante los esfuerzos por restablecer el servicio, se produjo una detonación en uno de los transformadores.
Funcionarios de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) han declarado que existe la posibilidad cierta de que el servicio vuelva a fluir en el curso de la noche de hoy. Estas suspensiones del flujo eléctrico se han vuelto una constante en esta porción de la ciudad, una consecuencia directa del crecimiento de los desarrollos urbanos que se apoyan en la misma infraestructura, misma que se encuentra al borde de su capacidad y colapsada.