En un fatídico suceso, un autobús con casi veinte ocupantes se precipitó al río Moika, desprendiéndose de un puente en el corazón de San Petersburgo. Esta tragedia ha cobrado la vida de al menos siete personas y ha dejado dos heridos en estado crítico.
Los equipos de emergencia están inmersos en una operación de rescate desafiante, enfrentando las gélidas aguas del río, cuya temperatura se ha visto reducida por una inusual ola de frío que golpea a Rusia en esta temporada.
La policía de la histórica capital zarista recibió la llamada de emergencia alrededor de la una de la tarde, hora local.
De acuerdo con relatos provenientes de medios locales y respaldados por imágenes captadas por cámaras de seguridad, el conductor del vehículo perdió el control, impactando con varios automóviles antes de sumergirse en el río.
El gobernador regional, Alexandr Beglov, ha confirmado el trágico suceso y está supervisando las operaciones de rescate en estrecha colaboración con los equipos de emergencia, la Cruz Roja, así como los servicios municipales y de salud.
A través de sus canales en redes sociales, el Ministerio de Situaciones de Emergencia expresó su pesar por la pérdida de al menos siete vidas y reportó que dos personas se encuentran en estado crítico.
El autobús se desplomó desde un antiguo puente de metal, erigido en el siglo XVIII y reconstruido a principios del siglo XX.
Este puente, popularmente conocido como el Puente de los Besos, se encuentra a una corta distancia del Teatro Marinski, en lo que se considera la capital cultural del país, famosa por sus pintorescos canales.