En un hito trascendental, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha designado al destacado diplomático mexicano Juan Manuel Gómez-Robledo Verduzco como uno de los nuevos jueces de la prestigiosa Corte Internacional de Justicia.
Gómez-Robledo Verduzco obtuvo un sólido respaldo con 143 votos de la Asamblea General de la ONU y 13 de los Estados miembros del Consejo de Seguridad, consolidándose como el recién elegido juez de la Corte Internacional de Justicia (CIJ). Su periodo de servicio se extenderá a lo largo de nueve años, iniciando el próximo año y culminando en 2033.
La trayectoria de Juan Manuel Gómez-Robledo incluye roles destacados como embajador de México en Francia y subsecretario de Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos en la Secretaría de Relaciones Exteriores, durante los periodos gubernamentales de Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto.
Es relevante señalar que, en su función como funcionario gubernamental durante la administración de Peña Nieto, Gómez-Robledo tuvo que rendir cuentas ante instancias internacionales, abordando temas cruciales como las acciones gubernamentales en la investigación de los 43 normalistas de Ayotzinapa. Incluso, fue signatario de un acuerdo con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para establecer el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI).
Con una destacada carrera como embajador y alto funcionario en la Secretaría de Relaciones Exteriores desde el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, Gómez-Robledo es reconocido por su profundo entendimiento de la ONU y la CIJ. Previo a este nombramiento, representó al Estado mexicano frente a Estados Unidos durante el Caso Avena, logrando la salvación de 54 connacionales condenados a muerte en suelo estadounidense.
La elección de Gómez-Robledo marca un hito al convertirse en el quinto jurista y diplomático mexicano en integrar la CIJ, un tribunal compuesto por 15 jueces de diversas nacionalidades, quienes ejercen sus funciones a título personal, sin representar a sus respectivos países. Este logro resalta la destacada presencia y contribución de México en el ámbito internacional de la justicia.
