Las ciudades chinas enfrentan un reto formidable: el paulatino hundimiento del terreno. En estos centros urbanos masivos, donde se concentra la mayoría de la población del país, cada año se pierden tres milímetros de altura.
Un estudio reciente de la revista Science ha revelado cifras inquietantes: entre 2015 y 2022, el 45% de los terrenos urbanos examinados experimentaron un hundimiento de más de tres milímetros anuales, mientras que el 16% sufrió una subsidencia aún más rápida, superando los 10 milímetros anuales. Este fenómeno afecta al 29% y al 7% de la población urbana, respectivamente.
La situación se agrava con el aumento del nivel del mar debido al cambio climático. Se estima que dentro de un siglo, aproximadamente una cuarta parte de la tierra costera china estará por debajo del nivel del mar.
Los investigadores identifican diversas causas para este problema, incluyendo la extracción excesiva de agua subterránea y la presión ejercida por los edificios sobre el suelo. Para el año 2120, se proyecta que entre el 22% y el 26% de las tierras costeras de China tendrán una elevación relativa inferior al nivel del mar, albergando entre el 9% y el 11% de la población costera.
La velocidad de hundimiento varía según la antigüedad y la masa de los edificios. Los nuevos desarrollos se hunden más rápidamente que las construcciones más antiguas, mientras que los edificios más pesados lo hacen de manera más lenta, al estar mejor enraizados en capas más profundas del suelo. Además, en áreas donde los niveles de agua subterránea son más bajos, la subsidencia es más pronunciada.
Este fenómeno no solo compromete la estabilidad de los edificios, sino que también aumenta significativamente el riesgo de inundaciones en las zonas costeras. Se hace un llamado urgente a los expertos para que implementen medidas preventivas y de mitigación con el fin de abordar estos desafíos de manera efectiva.
