El presidente Nayib Bukele de El Salvador desentraña mitos sobre el impacto adverso en la economía a raíz de sus medidas contra las pandillas en el país centroamericano.
En un vídeo divulgado, Bukele compartió las advertencias de expertos sobre el riesgo económico al confrontar directamente a las pandillas del país.
Durante un diálogo con un alto representante de una entidad multinacional, Bukele compartió la inquietud expresada por el efecto en la economía al enfrentar a las pandillas más peligrosas.
El mandatario reconoció la influencia significativa de las pandillas en una economía clandestina, señalando que estos grupos criminales proveen empleos ilegales para miles de personas y sus familias, sosteniendo una economía ilícita a través de actividades delictivas como la venta de drogas, extorsiones y homicidios.
Explicó que, aunque estas actividades generaban ingresos para sus miembros, también sostenían una economía legal relacionada con la seguridad, tales como empresas de seguridad, sistemas de alarma, vigilancia por cámaras, entre otros servicios.
Frente a las advertencias sobre una posible disminución abrupta del Producto Interno Bruto (PIB) si se eliminaba de golpe la influencia de las pandillas, Bukele resaltó su determinación de erradicar el cáncer de la delincuencia, a pesar de las posibles consecuencias económicas negativas a corto plazo.
Hizo una analogía entre esta medida y un tratamiento para eliminar un cáncer: doloroso y debilitante al principio, pero necesario para una recuperación completa y una vida mejor a largo plazo.
Bukele subrayó que la eliminación gradual de la influencia de las pandillas ha inducido un cambio en los incentivos sociales. Anteriormente, el incentivo residía en actividades delictivas; ahora, tales acciones conducen a prisión, mientras se promueve el estudio, el trabajo honesto y el esfuerzo para progresar.
Resaltó que, a pesar de las previsiones negativas, el PIB no disminuyó durante 2022, experimentando en su lugar un modesto crecimiento, un logro que continúa en el 2023. Destacó que, si bien el crecimiento no alcanzó las expectativas deseadas, se logró desmantelar una parte significativa de la economía ilegal.
Ante las críticas sobre la magnitud del crecimiento económico, Bukele enfatizó que el crecimiento superó a las administraciones anteriores y, lo más crucial, es que no decayó, consolidando así la eliminación de una capa importante de la economía criminal.
