Bogotá. En una decisión estratégica, el presidente Gustavo Petro y su gobierno han optado por prorrogar la tregua con las disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) por seis meses, un anuncio crucial dado que el plazo original vencía hoy, 15 de enero.
Este anuncio se produce tan solo tres días después de que el presidente fuera informado por la delegación gubernamental sobre los avances significativos logrados en los diálogos, especialmente en la reducción de la violencia dirigida hacia las comunidades rurales. Las disidencias de las FARC, compuestas por alrededor de 3,500 combatientes que no aceptaron los acuerdos de paz en 2016, ocupan un lugar central en esta prolongación.
La decisión del gobierno, según expertos locales, se basa en un análisis profundo de los informes de verificación, los cuales indican una escasa incidencia de episodios armados. Según el decreto emitido por el gobierno, el Ministerio de Defensa ordenará la suspensión de operaciones ofensivas contra el Estado Mayor Central de las FARC que participan en el proceso de paz, desde la medianoche del 16 de enero hasta el 15 de julio de 2024.
La extensión del alto al fuego coincide con el tercer ciclo de negociaciones en Bogotá, programado hasta el próximo 20 de enero. Asimismo, el 23 de enero, otra delegación de paz del gobierno retomará las conversaciones en La Habana, Cuba, con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), que ya lleva trece meses y entra en su séptima ronda, también bajo un alto al fuego bilateral.
En febrero, Colombia recibirá la visita de una delegación del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, un organismo que actualmente tiene una sólida misión de verificación liderada por el mexicano Carlos Ruiz Massieu.
