Durante su intervención, el presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que se están llevando a cabo todas las investigaciones necesarias para salvaguardar a la población ante una potencial amenaza derivada de una supuesta fuga de Pemex en un pozo de agua que abastece a varias colonias en la alcaldía Benito Juárez, Ciudad de México.
El mandatario destacó que, además de la posible fuga, se está examinando la posibilidad de una toma clandestina, aunque hasta el momento no se han encontrado evidencias que confirmen esta hipótesis.
En cuanto a la causa de la contaminación en el pozo mencionado, López Obrador explicó que se está llevando a cabo una exhaustiva investigación para identificarla. Aunque se han tomado muestras y se ha localizado el pozo afectado, aún no se ha determinado con certeza el origen del problema.
En paralelo, se está investigando a empresas cercanas al lugar y se ha iniciado una revisión de un ducto ubicado a unos 500 metros del pozo en cuestión, como parte de los esfuerzos por esclarecer la situación.
El presidente enfatizó que, a pesar de no haber encontrado pruebas concluyentes hasta el momento, se está actuando con responsabilidad y diligencia para recabar todos los elementos necesarios. Se están realizando mediciones de presión en el ducto para descartar posibles fugas, considerando también la posibilidad de daños ocasionados por movimientos sísmicos en la zona.
Al ser cuestionado sobre la posibilidad de sabotaje, López Obrador señaló que, si bien existen especulaciones al respecto, no hay elementos sólidos que respalden dicha teoría. Insistió en la importancia de resolver el problema de los vecinos afectados y proteger su seguridad, para luego abordar cualquier sospecha de manipulación.
En resumen, el gobierno está comprometido con garantizar la seguridad de la población y resolver esta situación de manera transparente y efectiva.