El recital de Madonna en Seattle el domingo pasado tomó un giro inesperado cuando, durante su actuación, sufrió una caída debido a que uno de sus bailarines movió la silla en la que estaba sentada. A pesar del incidente, la “Reina del pop” demostró su profesionalismo al recuperarse rápidamente y continuar el espectáculo, siendo aplaudida por su actitud ante la adversidad.
Aunque había rumores de que un admirador estaba considerando demandar a la cantante por comenzar su show con dos horas de retraso, la mayoría de sus seguidores destacaron su compromiso y dedicación hacia su arte, especialmente después de su manejo del percance.
El concierto, parte de la gira “The Celebration Tour” en honor a sus 40 años de carrera, tuvo lugar en el Climate Pledge Arena, con una audiencia de más de 18 mil personas que disfrutaron de aproximadamente dos horas de música, incluyendo sus éxitos más destacados.
Aunque el comienzo del evento transcurrió sin contratiempos, durante la interpretación de “Open Your Heart”, la quinta canción del repertorio, Madonna sufrió una aparatosa caída debido a que su silla fue desplazada por uno de sus bailarines, quien también tropezó y cayó al suelo.
A pesar del incidente, Madonna mantuvo la compostura, sin soltar su micrófono ni interrumpir su actuación, levantándose rápidamente para continuar con la coreografía de la canción lanzada en 1985.
Los asistentes al concierto no solo elogiaron la pronta recuperación de Madonna, sino también su sentido del humor al abordar la situación, mostrando solidaridad hacia su bailarín y afrontando la situación con una sonrisa.
Tras el concierto en Seattle, Madonna tiene previsto dirigirse a Vancouver, Canadá, para ofrecer otra presentación en el Rogers Arena el 21 de febrero. Luego, en abril, realizará cinco conciertos en el Palacio de los Deportes de México.