El mundo del cine llora la pérdida de Norman Jewison, un titán de la pantalla grande que nos dejó a la venerable edad de 93 años el pasado sábado 20 de enero, según confirmó su portavoz Jeff Sanderson dos días después.
Originario de Toronto en 1926, Jewison es recordado por su impacto en Hollywood durante las gloriosas décadas de los 70 y 80. Su impronta se encuentra en una variada gama de películas, desde los aclamados musicales “Jesucristo Superestrella” y “El violinista en el tejado” hasta el thriller “El affaire Thomas Crown” y el poderoso drama racial “Al calor de la noche”.
Con varias nominaciones al codiciado premio Óscar a lo largo de su carrera, Jewison forjó su camino en la industria desde los años 50 y destacó en los 60, incluso dirigiendo episodios del programa de televisión de Judy Garland.
Su debut en Hollywood fue con la comedia “40 pounds of trouble”, seguida por la notable “The Russians Are Coming! The Russians Are Coming!”, que le valió su primera nominación al Óscar como Mejor Director. Sin embargo, sería la impactante “Al calor de la noche” la que definiría su legado de manera irrefutable.
Motivado por una experiencia personal de segregación racial en su juventud en Tennessee, Jewison canalizó esas vivencias en “Al calor de la noche”, una obra maestra que no solo se llevó cinco premios Óscar, incluido el de Mejor Película, sino que también le otorgó su segunda nominación como Mejor Director.
A lo largo de su carrera, Jewison acumuló más reconocimientos y nominaciones al Óscar por obras como “El violinista en el tejado”, “Historia de un soldado” y “Hechizo de luna”, aunque la estatuilla a Mejor Director se le escapó. No obstante, en 1999 recibió un merecido reconocimiento honorífico.
Fuera de la pantalla, Jewison dejó su huella al fundar el Canadian Film Centre y, en 2010, fue honrado con el premio a la trayectoria por el Sindicato de Directores de Cine de Hollywood, consolidándose como uno de los visionarios más destacados de las últimas décadas en la industria del cine.