CANCÚN, Q. ROO, 31 de enero.- Jeanelly Scarlett Góngora Magaña, fuente de orgullo para Chetumal, se encuentra a las puertas de hacer realidad su sueño: competir en los prestigiosos Juegos Paralímpicos de París 2024.
En la actualidad, aguarda con expectación la esperada convocatoria que le permitirá integrarse al destacado equipo mexicano de Paratenis de Mesa, en un exigente torneo clasificatorio programado en Tailandia.
Después de cautivar en los Juegos Parapanamericanos Santiago 2023 con su deslumbrante actuación, donde cosechó tres valiosas medallas de bronce y estuvo a un paso de asegurar su plaza en los Paralímpicos, Scarlett regresó a su apreciada Chetumal. Allí, fue honrada con la Medalla al Mérito Deportivo 2023 y disfrutó de momentos entrañables en compañía de su familia.
A pesar de tener apenas dos años inmersa en el competitivo mundo del Paratenis de Mesa, Scarlett se ha erigido como una de las figuras destacadas en el continente americano. Aunque su enfoque primordial está en París 2024, sus ambiciones se proyectan más allá, abarcando futuros ciclos olímpicos.
En su participación en Chile, desafió a competidoras brasileñas de renombre, consolidando su posición entre la élite del paratenis internacional.
El trayecto deportivo de Scarlett inició en la natación, pero un giro significativo ocurrió cuando recibió la invitación de Miguel Ariff Vázquez Can, reconocido atleta mexicano del paratenis de mesa. Este encuentro marcó su transición a esta disciplina.
A pesar de los desafíos iniciales, incluyendo la limitación de recursos para entrenar como atleta de alto rendimiento, Scarlett retomó el deporte hace dos años y ha logrado resultados extraordinarios.
Aunque su presencia en la escena deportiva puede parecer la de una atleta convencional, Scarlett enfrenta a diario la rotoescoliosis y la espina bífida, condiciones que no han mermado su avance en el ámbito deportivo.
Agradecida por el respaldo continuo, Scarlett se siente emocionada y honrada por el reconocimiento en su ciudad natal, donde gestó sus primeros pasos deportivos. Este reconocimiento, más que un logro personal, se erige como un impulso inspirador para avanzar con determinación hacia la consecución de sus sueños olímpicos.