En un incidente sorprendente, un pescador danés se topó con un explosivo olvidado de la Segunda Guerra Mundial, un proyectil de 130 kilogramos, mientras faenaba en las aguas cercanas a Langeland. Las fuerzas armadas tuvieron que intervenir para detonarlo de manera controlada.
La detonación se llevó a cabo a una profundidad de 12.5 metros en el Mar Báltico, en una operación coordinada y supervisada por el Ministerio de Defensa de Dinamarca.
Luego de que un pescador descubriera este explosivo en su red el pasado 3 de diciembre, el Ejército danés actuó rápidamente, transportando la bomba a 3.2 kilómetros de la costa para su eliminación segura, evitando cualquier riesgo para la población.
Según explicó Ayn Amripur, un portavoz de las fuerzas armadas, los pescadores suelen comunicarse con las autoridades al encontrar municiones en sus redes, facilitando la intervención del servicio naval especializado en desactivación de explosivos.
La explosión provocó un impresionante chorro de agua en el Mar Báltico, aunque por fortuna no se reportaron daños materiales ni personas heridas como resultado de la detonación.
Este incidente no es un caso aislado, ya que numerosas bombas arrojadas durante la Segunda Guerra Mundial en Dinamarca quedaron inactivas y se mantienen enterradas tanto en tierra como en aguas tranquilas.
La memoria de los ciudadanos daneses aún recuerda con pesar el bombardeo del 21 de marzo de 1945, denominado Operación Cartago, que resultó en la pérdida de vidas civiles debido a un error en un ataque por parte de las fuerzas británicas.
Este fatídico suceso ha servido de inspiración para la producción de la serie de Netflix titulada “Una sombra en mi ojo”, una narrativa que explora las vivencias de los sobrevivientes tras la devastadora explosión sobre la ciudad de Copenhague.