En Cancún, un problema que ha alcanzado proporciones alarmantes es la proliferación descontrolada de alcantarillas en pésimo estado y registros de servicios públicos que carecen de sus tapas protectoras. Esta situación, que representa un peligro latente, afecta en gran medida a los residentes y visitantes de la ciudad, especialmente durante las horas nocturnas.
El epicentro de esta problemática crítica se localiza en el corazón de la ciudad, en lo que se conoce como el primer cuadro. Allí, numerosas personas han experimentado accidentes lamentables debido a la falta de conciencia sobre la presencia de estas trampas mortales en las calles.
Para afrontar esta peligrosa situación, algunos vecinos han tomado la iniciativa de buscar soluciones temporales. Han optado por colocar recipientes de plástico de manera precaria sobre las alcantarillas abiertas con el fin de prevenir que peatones o incluso vehículos queden atrapados en estos agujeros que suponen una amenaza inminente para la seguridad pública.
Los relatos de los residentes de la zona son inquietantes. Se han registrado casos de personas que, debido a distracciones, han sufrido fracturas al caer en alcantarillas que carecen de sus tapas protectoras, o al tropezar con los registros pertenecientes a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), que presentan un avanzado estado de deterioro.
Este persistente problema, que afecta a la ciudad desde hace varios años, se debe en gran medida a la constante ausencia de tapas protectoras en alcantarillas y registros de servicios públicos en toda la ciudad. Esto puede ser resultado de actos vandálicos o de daños acumulados con el paso del tiempo. La comunidad local está cada vez más alarmada por la aparente falta de acción por parte de las autoridades para abordar esta situación y garantizar la seguridad y el bienestar de todos los ciudadanos.