Un renacimiento urbanístico sin precedentes está barriendo las calles de Leona Vicario, un rincón que late en el corazón de Puerto Morelos. Esta reinvención se teje con el propósito inequívoco de mejorar la calidad de vida de sus residentes, un empeño que adquiere aún mayor relevancia al abrazar la llegada inminente de una estación crucial en el ambicioso mosaico que es el Tren Maya.
En un gesto que simboliza el compromiso con esta transformación, la líder municipal de Puerto Morelos, Blanca Merari Tziu Muñoz, ha dado el pistoletazo de salida a una ambiciosa empresa: la pavimentación de las arterias vitales de Leona Vicario. Este acto proyecta la visión de consolidar una infraestructura robusta que sustente el desarrollo de la comunidad.
Para insuflar transparencia y garantizar la ejecución impecable de estas mejoras, ha tomado forma un ente de vital importancia: el Comité de Contraloría Social. Sus miembros, todos ellos ciudadanos comprometidos, asumen la noble misión de supervisar con meticulosidad la asignación de recursos, asegurando que cada proyecto reciba su ración de apoyo en tiempo y forma.
Las palabras de Blanca Merari resuenan con un eco de esperanza, ya que esta iniciativa representa una respuesta contundente a una deuda histórica con la comunidad leonesa. Los resultados ya se hacen evidentes en un parque resurgido de sus cenizas, calles ahora impregnadas de luz y, en un futuro próximo, adoquinadas con esmero. Pero no se queda ahí: este esfuerzo vigoriza también el alma agrícola de Leona Vicario, extendiendo su mano amiga a los productores del campo y propulsándolos hacia horizontes más prometedores.