CHETUMAL, 22 de julio. – Un impactante suceso estremeció a la ciudad ayer por la tarde cuando un colaborador del conocido lugar “El Zuri”, identificado como Carlos González Figueroa y apodado “La Hormiga”, fue víctima de una ejecución a sangre fría. Mientras tanto, su acompañante aún permanece en paradero desconocido y las autoridades sospechan que podría estar herido.
Los perpetradores atacaron con saña, descargando al menos cinco disparos de proyectil de arma de fuego contra la víctima mortal. Los impactos alcanzaron su espalda baja del lado derecho, costilla izquierda, costado izquierdo y antebrazo, dejando una escena desgarradora.
Según testigos presenciales, los agresores emplearon un arma larga, conocida como “huevos de toro”, que utiliza cargadores redondos. Hasta el momento, la policía no ha proporcionado información oficial y no se ha logrado detener a ninguno de los responsables. Además, el paradero del hombre que fue secuestrado sigue siendo un misterio angustiante.
Este trágico evento ocurrió en las inmediaciones del fraccionamiento Américas 3, mientras en el parque cercano decenas de niños jugaban inocentemente al fútbol, sin sospechar el horror que estaba a punto de desencadenarse.
El fatídico momento se desencadenó alrededor de las 17:00 horas, cuando una llamada al servicio de emergencias 911 alertó sobre un hombre herido por disparos en el cruce de las calles Asunción y Canadá, en el mencionado sector.
Vecinos atónitos relataron cómo los eventos se desarrollaron en segundos. Mientras los niños disfrutaban de su juego, seis disparos ensordecedores resonaron en el aire. Un hombre cayó gravemente herido, mientras los agresores, con frialdad y determinación, persiguieron a su acompañante hasta capturarlo. Luego, huyeron rápidamente en una camioneta negra de marca GMC, dejando tras de sí un escenario de conmoción y terror.
El colaborador asesinado yacía en el suelo, a escasos metros de un hogar marcado con el número 31 de la calle Asunción, rodeado por un charco de lodo, mientras la vida abandonaba su cuerpo.
Los paramédicos de la Unidad de Respuesta a Emergencias Médicas (Urem) llegaron prontamente al lugar, pero lamentablemente, solo pudieron certificar su fallecimiento.
Las fuerzas policiales y el personal de la Fiscalía General del Estado (FGE) acudieron para llevar a cabo las diligencias necesarias y recolectar las evidencias que permitan esclarecer este terrible crimen que ha conmocionado a la comunidad de Chetumal.