Un logro trascendental se materializó en Tulum con la inauguración de una vanguardista planta desalinizadora de agua, liderada por la visionaria gobernadora Mara Lezama Espinosa. Esta innovadora infraestructura, cuya inversión supera los 55 millones de pesos, ostenta la capacidad de suministrar 50 litros por segundo de agua potable. Un impulso vital para afrontar la creciente demanda que ha sido suscitada por el desarrollo constante de este pintoresco municipio.
En un acto que trasciende lo meramente ceremonial, la Gobernadora enfatizó la larga postergación de la prioridad del abastecimiento de agua potable. Esta problemática, que durante décadas fue trivializada y utilizada para alimentar las llagas de la corrupción, ha dejado al sistema actual desbordado durante los momentos de mayor demanda, resultando en una eficiencia deficiente y la necesidad de implementar racionamientos en el suministro hídrico.
La planta, bajo la administración experta de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado (CAPA), opera mediante un proceso de tres etapas de tratamiento. Cada fase tiene la capacidad de procesar 17.5 litros por segundo de agua permeada. En conjunto, esta instalación tiene la capacidad de tratar un promedio diario de 50 litros por segundo, brindando sus beneficios a una población de 30,945 residentes.
El proceso empleado en esta planta desalinizadora, basado en la ósmosis inversa con dos etapas de permeado, no solo consolida la infraestructura de abastecimiento de agua potable en la ciudad, sino que también incrementa la producción de agua con un enfoque en la elevación de su calidad intrínseca.
Mara Lezama subrayó con pasión que las soluciones innovadoras implementadas en esta planta desalinizadora establecen un hito significativo hacia un futuro en el cual las inquietudes sobre la disponibilidad de agua sean reemplazadas por la certeza de su suministro. Esta realización es, además, una manifestación concreta de la respuesta gubernamental, de matiz humanista y progresista, a las necesidades palpables de la población. Un compromiso que cristaliza en el Nuevo Acuerdo por el Bienestar y Desarrollo de Quintana Roo, donde las personas son el epicentro de cada acción.
El discurso de la Gobernadora culminó con una afirmación cargada de significado: la inauguración de esta planta no solo celebra el acceso a un recurso vital de alta calidad, sino que también marca el inicio de un nuevo capítulo en la historia de Tulum. Enfatizó con vehemencia que la lucha inquebrantable contra la corrupción amplifica exponencialmente el impacto de los recursos públicos, maximizando los beneficios para la comunidad.
Las explicaciones detalladas sobre el funcionamiento y operación de esta planta fueron entregadas por Armando Alberto Covarrubias Cortés, director general de CAPA, quien estuvo acompañado por Erika Ramírez Méndez, directora local de CONAGUA, y el alcalde Diego Castañón Trejo, así como distinguidos miembros del Comité de Participación Ciudadana.