Un sombrío panorama se cierne sobre las carreteras de Quintana Roo, donde los controladores de tráfico corren un riesgo mortal debido a los devastadores efectos de las obras del Tren Maya.
Estos “controladores de tráfico”, quienes con banderas y señales se encargan de regular el flujo vehicular en las áreas de construcción vial, son los trabajadores más vulnerables a sufrir accidentes en el estado, especialmente en el contexto del ambicioso proyecto ferroviario.
En los últimos cinco años, lamentablemente, alrededor de 89 controladores de tráfico han perdido la vida tras ser embestidos por conductores imprudentes, ya sean automovilistas, motociclistas o conductores de camiones pesados. Estos datos se desprenden de un informe del Instituto Mexicano del Transporte, titulado “Análisis de la situación del control de tráfico en México”.
Según el informe, las obras de construcción, conservación y mantenimiento vial han adquirido una complejidad creciente debido al flujo de tráfico cada vez más intenso. Esta situación genera confusión por los cambios imprevistos en las vías, congestión vehicular, un entorno visual caótico, contaminación e insatisfacción entre los usuarios. Lamentablemente, estos factores también incrementan el riesgo tanto para los usuarios como para los propios trabajadores. Por consiguiente, resulta imprescindible implementar mecanismos eficaces para el control del tráfico.
El informe subraya que los controladores de tráfico tienen como responsabilidades primordiales proteger al personal de las obras, así como a los conductores y peatones que transitan por las carreteras, además de guiar el tráfico de forma segura y garantizar su propia seguridad.
Sin embargo, las actuales condiciones del tránsito han propiciado un aumento preocupante de colisiones y atropellos a los trabajadores en las zonas de construcción, convirtiendo esta labor en una tarea de alto riesgo.
En efecto, estos trabajadores representan el 68% de los fallecimientos registrados en las áreas de construcción de las carreteras federales. El informe también revela que desde el comienzo de las obras del Tren Maya en 2019, se ha producido un alarmante incremento en estos incidentes.
Dentro de las causas identificadas, se destaca la falta de vigilancia por parte de las autoridades competentes para garantizar el cumplimiento de los límites de velocidad por parte de los conductores, lo cual agrava aún más la situación y pone en riesgo la vida de los controladores de tráfico.