Una preocupante epidemia de dengue está asolando el estado de Quintana Roo, con una alarmante cifra de dos mil ciento cincuenta y cuatro casos y tres trágicas muertes registradas en lo que va del año. Estas cifras, que pintan un sombrío panorama de salud pública, posicionan a Quintana Roo en el desafortunado primer puesto a nivel nacional en términos de propagación del dengue, según el reciente informe “Panorama Epidemiológico Dengue 2023” publicado por la Secretaría de Salud a nivel federal.
La curva ascendente de casos se mantiene implacable, sugiriendo que la contabilidad podría empeorar en las próximas semanas. Hasta el informe previo, ya se habían confirmado mil novecientos sesenta y seis infecciones en la región. Además, el recuento de víctimas mortales atribuidas al dengue está en riesgo de aumentar, ya que aún se están evaluando diecisiete decesos.
La situación se vuelve aún más inquietante al considerar que, hasta la semana 33, Quintana Roo ya había superado la cifra más alta de los últimos cinco años en cuanto a casos de dengue se refiere. El año más afectado había sido el 2019, con un registro de mil novecientos cincuenta casos, superando incluso el 2020, cuando se habían contabilizado solo doscientos veintiocho casos.
A nivel nacional, la abrumadora cifra de pacientes afectados por el dengue alcanza los once mil doscientos veintitrés, con trece fallecimientos confirmados y cento cuarenta y siete muertes que podrían estar ligadas a este virus.
Veracruz ocupa el segundo lugar en cuanto a casos, con dos mil ciento diecinueve, seguido de cerca por Yucatán, que reporta dos mil cuarenta y siete casos. El análisis del “Panorama Epidemiológico Dengue 2023” destaca que por cada cien mil habitantes, Quintana Roo lidera el ranking nacional con una tasa de incidencia de ciento diecisiete coma treinta y tres, seguido por Yucatán con ochenta y siete coma sesenta y seis, y Morelos con treinta y ocho coma sesenta y seis.
A pesar de esta situación crítica, las autoridades de salud estatales aún no han lanzado programas específicos para frenar este acelerado aumento de casos de dengue. Ante esta creciente amenaza para la salud pública, se vuelve imperativo que se implementen medidas efectivas para controlar la propagación del virus y salvaguardar el bienestar de la población.
