Chetumal.- La fuerza implacable de la tormenta tropical “Idalia” está haciendo estragos en las pintorescas costas de Quintana Roo. Según las últimas actualizaciones del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), “Idalia” ha encontrado su posición al noreste de la Península de Yucatán. Sus vastas y oscuras bandas nubosas continúan desatando lluvias de una intensidad descomunal sobre los territorios. En esta danza climática, Quintana Roo es golpeada por lluvias intensas, Yucatán lucha contra lluvias muy fuertes, mientras que Campeche enfrenta la embestida de lluvias fuertes. Sin piedad, vientos poderosos y olas colosales están tallando su marca en las líneas costeras de Quintana Roo y Yucatán.
El lienzo del cielo en la Península de Yucatán es un juego de luces y sombras: en la mañana, nubes dispersas dibujan formas cambiantes, mientras que por la tarde, un telón nublado se alza, preparando el escenario para una nueva serie de actos lluviosos. Las gotas, pesadas y decididas, caen con fuerza sobre Quintana Roo, mientras que Yucatán experimenta la embriaguez de lluvias muy fuertes y Campeche es arropado por lluvias fuertes que recorren su piel en una danza líquida y eléctrica.
La temperatura, cómplice de esta tormenta, baila en sintonía. En la mañana, el aire se tiñe de calidez, prometiendo un calor creciente con el avance del día. Los vientos, fieles mensajeros del oeste y noroeste, susurran sus secretos a velocidades de 15 a 30 km/h, a veces alzando sus voces en ráfagas altisonantes de 60 a 80 km/h en las áreas donde la tormenta deja su huella. El mar, por su parte, se une a la sinfonía con olas que crecen de 2 a 4 metros, y las costas de Yucatán (hacia el noreste) y Quintana Roo se preparan para abrazar las embestidas del oleaje y las posibles marejadas.
En otras latitudes del país, la historia es de calor intenso, como si el sol mismo estuviera escribiendo su epopeya en la tierra. Las regiones del noroeste, norte, noreste, oriente y sureste de la República Mexicana son el escenario de un desafío térmico. Las temperaturas, fieles al guion del calor, superan los 40 °C en lugares como Baja California, Sonora, Sinaloa, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas, donde el ambiente se convierte en un crisol de calor abrasador.