Chetumal.- En un paso hacia la colaboración y el entendimiento, la Asociación Nacional de Padres y Madres de Familia planea involucrar activamente a los representantes federales, tanto senadores como diputados, en el proceso de confección de los libros de texto gratuitos para el próximo ciclo escolar. La iniciativa surge tras un encuentro en Cancún la semana pasada, en el cual se acordó apoyar la distribución continua de estos materiales educativos, con el propósito fundamental de no perturbar la educación de los jóvenes.
Sergio Acosta Manzanero, Vicepresidente de la Asociación, enfatiza el deseo de la asociación de promover la inclusión de los padres en la formulación de los libros, evitando de esta manera situaciones similares en futuros ciclos educativos.
En consonancia con este enfoque, la asociación está trabajando en una serie de observaciones detalladas sobre los libros de texto actuales, las cuales se presentarán de manera formal tanto en el Senado como en la Cámara de Diputados. La actitud de la asociación no ha sido confrontativa, sino más bien enfocada en señalar con claridad los puntos problemáticos que han identificado en los materiales educativos.
Por otra parte, Acosta Manzanero, quien también ejerce el rol de padre de familia, comparte su experiencia de haber examinado minuciosamente el contenido del libro de tercer grado, una publicación de 221 páginas en la cual tan solo cuatro páginas se destinan al tema de educación sexual. Sin embargo, resalta la importancia de permitir a los profesores la discreción en la profundidad con la que abordan este tema en el aula, ya que el libro no es una directiva inflexible, sino una herramienta guía.
El representante subraya que la colaboración es esencial, ya que los padres tienen el derecho de determinar cuándo y cómo introducir ciertos temas a sus hijos, considerando sus edades y niveles de madurez. En este contexto, recalca que detener la distribución de los libros debido a solo unas pocas páginas es inapropiado y contraproducente.
Acosta Manzanero hace hincapié en que la cuestión ha sido objeto de politización, dada la sorpresa de que los padres preocupados solo hayan tenido acceso al contenido de los libros tres semanas antes de su publicación oficial.
“Extendemos una invitación a los padres para que revisen el contenido de los libros antes de entregarlos a sus hijos y, en caso de dudas, se acerquen a los profesores para aclaraciones”, concluyó, subrayando la importancia de un diálogo abierto y una evaluación informada.