Chetumal – La mañana actual trajo consigo un enigma de mantas, dos precisamente, adornando el paisaje en las inmediaciones del Instituto Electoral de Quintana Roo (Ieqroo). En un gesto sin identidad reclamante, estas mantas se convirtieron en portavoces de denuncias de abuso laboral que apuntan a la consejera presidenta, Rubí Pacheco Pérez.
En los lienzos anónimos, las palabras transmitían el clamor de “Los colaboradores del IEQROO anhelamos una constancia laboral. No deseamos seguir como destinatarios de resoluciones tomadas de manera arbitraria. Desde que asumió la Presidencia Rubí Pacheco y su equipo, el entorno laboral y la estabilidad han sufrido conmoción”, estas líneas rezaban en las mantas.
Este episodio se erige como el más reciente en una secuencia de contiendas internas que han aflorado desde la llegada de la directora actual, procedente previamente del Instituto Nacional Electoral, en el pasado octubre.
Diversos miembros de la plantilla, inclusive la directora de Administración, han presentado sus dimisiones, al tiempo que múltiples representantes de agrupaciones políticas han subrayado durante las asambleas la existencia de un ambiente caracterizado por persecuciones y despidos carentes de justificación.
La consejera presidenta ha sostenido su postura al argumentar que, durante su mandato, se ha esmerado por instilar orden internamente y modernizar los procesos en el seno del Instituto.