En lugar de fortalecer la custodia del entorno natural, la instauración de áreas naturales protegidas adicionales ha tenido el efecto contrario al debilitar las ya existentes. Este fenómeno se deriva de la falta de incremento en los recursos asignados por el Gobierno Federal, lo cual implica la división de los mismos fondos entre un mayor número de locaciones.
Tomás Bernal, quien lidera el consejo asesor del Parque Nacional Costa Occidental Costa Mujeres, Punta Cancún y Punta Nizuc, compartió estas observaciones en un evento en Cancún. El experto aclaró que la expansión de zonas de resguardo para la fauna y la flora siempre trae beneficios, no obstante, subrayó la importancia de llevar a cabo tal expansión de manera adecuada, asegurando financiamiento independiente en lugar de restar recursos a las áreas ya establecidas.
En lugar de reasignar los fondos ya designados, el Gobierno Federal debería comprometerse a garantizar un nivel suficiente de recursos para que la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) pueda asegurar la preservación de los nuevos espacios, incluida la Playa Delfines en la Zona Hotelera de Cancún.
“La creación de más Áreas Naturales Protegidas podría tener un impacto negativo en su eficacia, ya que los recursos disponibles tendrían que dividirse entre más lugares, debilitando así la operatividad de las áreas ya existentes”, subrayó Tomás Bernal.
Bernal hizo hincapié en la urgencia de abordar este problema, dado que se avecinan dos nuevos decretos que podrían agravar la situación actual. Asimismo, señaló que para abordar esta problemática es esencial establecer consejos asesores para cada área protegida.
“En este momento, desconozco quiénes conformarán estos consejos asesores para presentar propuestas a la Conanp. Los plazos para establecerlos son establecidos por la autoridad correspondiente, según la urgencia del caso”, añadió.
Al ser consultado acerca de cuántos recursos serían necesarios para gestionar de manera óptima estas áreas, Tomás Bernal indicó que la entidad encargada debe llevar a cabo “una evaluación exhaustiva para entender las condiciones específicas de cada zona”.
Consideró que cada área debe contar con una cantidad suficiente de personal administrativo y de seguridad para garantizar la preservación de estas extensiones susceptibles a intrusiones.