El Gobierno de Cancún se encuentra frente a una carrera contra el tiempo para resolver una urgente situación medioambiental. El Ayuntamiento de Benito Juárez debe tomar medidas inmediatas y habilitar, en un plazo de cinco días, una celda provisional destinada a recibir los residuos sólidos generados por la ciudad. Todo esto ocurre a raíz del daño ambiental causado por la empresa Promotora Inmobiliaria Majahual, S.A. de C.V (PIMSA) debido a su presunto mal manejo del relleno sanitario.
En una entrevista, Alonso Fernández Lemmen Meyer, responsable de la Procuraduría de Protección al Ambiente (PPA), enfatizó que esta celda provisional debe estar ubicada en otro lugar, ya que la actual en el relleno sanitario se encuentra en condiciones precarias.
Tras una denuncia presentada por el Ayuntamiento, la PPA actuó y clausuró parcialmente el relleno sanitario, además de implementar 14 medidas de seguridad, entre ellas, el plazo de cinco días para habilitar la nueva celda. Actualmente, se encuentran trabajando en ello las autoridades municipales, Siresol y los directivos de la empresa concesionaria, con el objetivo de encontrar un lugar adecuado para su ubicación.
Es esencial destacar que la celda emergente deberá cumplir rigurosamente con los parámetros ambientales establecidos, incluyendo la presencia de geomembranas y canaletas para los lixiviados, garantizando así una operación responsable y segura.
En cuanto al proceso legal, el gobierno estatal se encuentra al frente del caso, dado que no se han hallado residuos de manejo peligroso bajo competencia federal. Por lo tanto, hasta el momento no ha sido necesario involucrar a la Federación en este procedimiento.
La presión y la responsabilidad recaen ahora sobre el gobierno de Cancún para encontrar una solución efectiva a esta problemática ambiental y evitar el cierre total del relleno sanitario. De lo contrario, las consecuencias podrían ser devastadoras tanto para el entorno natural como para la comunidad local.
