Cancún.- En un esfuerzo por mejorar el acceso y la calidad de la alimentación de los niños y adolescentes que asisten a las escuelas públicas de educación básica en Quintana Roo, el Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) ha firmado un convenio de colaboración con la Secretaría de Educación del estado para la implementación del Programa de Alimentación Escolar.
Este programa se suma al ambicioso Nuevo Acuerdo por el Bienestar y Desarrollo de Quintana Roo, impulsado por la gobernadora Mara Lezama, con la finalidad de trabajar de manera conjunta y coordinada para asegurar que los desayunos escolares cumplan con los más altos estándares de calidad nutricional.
Verónica Lezama, presidenta honoraria del DIF estatal, enfatizó que el objetivo fundamental de esta administración es mejorar la calidad de vida de las familias quintanarroenses. Por lo tanto, celebró con entusiasmo la firma de este acuerdo, que refuerza la política de asistencia social alimentaria en beneficio directo de los estudiantes de las escuelas públicas en Quintana Roo.
En total, este programa beneficiará a 719 escuelas en el estado, lo que se traducirá en un impacto positivo para 62,352 alumnos, que abarcan desde preescolar hasta secundaria, en los municipios de José María Morelos, Felipe Carrillo Puerto, Lázaro Cárdenas y Othón P. Blanco. De estas instituciones, 509 ofrecerán desayunos en modalidad fría, mientras que 210 proporcionarán desayunos calientes, todo ello a través de una pequeña cuota de recuperación.
Abril Sabido, directora general del DIF Quintana Roo, resaltó la importancia de estos desayunos para la nutrición saludable de los niños y niñas que asisten a las escuelas públicas, al tiempo que alivian la carga económica de las familias más necesitadas.
Carlos Manuel Gorocica, secretario de Educación en Quintana Roo, destacó que este convenio establece las bases, criterios, modalidades y mecanismos de colaboración entre ambas instituciones, en beneficio de las escuelas de Educación Básica. Esto permitirá desarrollar políticas públicas más efectivas en el ámbito de la asistencia alimentaria, mejorando así las condiciones de vida de los niños y adolescentes.
Estas acciones fortalecerán las iniciativas de orientación y educación alimentaria, así como el aseguramiento de la calidad, en beneficio de los estudiantes del estado, garantizando una nutrición adecuada para su desarrollo.