En anticipación a la temporada de lluvias y ciclones del 2023, Aguakan, la empresa encargada de proveer servicios de infraestructura hidráulica en el norte de Quintana Roo, está implementando una serie de medidas preventivas y perfeccionando sus protocolos de acción. El objetivo es estar preparados para hacer frente a potenciales emergencias ocasionadas por aguaceros intensos, asegurando un suministro constante de agua potable y el óptimo funcionamiento del sistema de alcantarillado y drenaje.
De acuerdo con expertos del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático (ICAyCC) de la Universidad Nacional Autónoma de México, la cantidad de huracanes previstos para la temporada 2023 se encuentra dentro del rango histórico promedio. No obstante, debido a fenómenos como el cambio climático y el fortalecimiento del fenómeno de El Niño en los próximos meses, se espera un incremento en la intensidad y frecuencia de los ciclones tropicales.
Siguiendo su política constante de prevención, Aguakan, responsable de la infraestructura hidráulica en municipios como Benito Juárez, Solidaridad, Puerto Morelos e Isla Mujeres, lleva a cabo inspecciones regulares de los equipos en puntos de captación y estaciones de bombeo. Además, está optimizando sus manuales de procedimientos, manteniéndolos actualizados y en sintonía con las directrices del Centro Nacional de Prevención de Desastres y el Servicio Meteorológico Nacional.
Asimismo, Aguakan se encarga de capacitar de manera continua a equipos especializados en respuesta ante emergencias derivadas de ciclones, asegurando que puedan implementar los protocolos de despliegue en terreno y evacuación de manera precisa. La empresa cuenta con equipo especializado de seguridad, unidades de transporte, camiones cisterna, sistemas de desazolve, camiones de succión, grúas y plantas generadoras de electricidad, entre otros recursos esenciales.
Es relevante destacar que los protocolos de respuesta de Aguakan ante emergencias cumplen rigurosamente con las normativas gubernamentales y las recomendaciones de instituciones especializadas. Estos protocolos han sido diseñados para fomentar la colaboración efectiva con las autoridades municipales, organismos de Protección Civil, la Comisión Federal de Electricidad y la sociedad civil en general. El objetivo primordial es unir fuerzas para manejar exitosamente cualquier situación adversa, minimizando los riesgos humanos y las pérdidas materiales de manera integral.