Hay tres posibles fuentes de financiación para este fondo de recuperación. Una de ellas podrían los activos rusos congelados por los países occidentales y que según sus cálculos están valorados en al menos 300.000 millones
El primer ministro de Ucrania, Denis Shmigal, ha cifrado en 600.000 millones la reconstrucción del país una vez finalice la guerra con Rusia y ha pedido a la comunidad internacional un fondo con el que poder hacer frente a lo que está por venir con vistas a modernizar el Estado para su entrada en la Unión Europea.
“Estimamos que una reconstrucción a gran escala costará alrededor de 600.000 millones de dólares”, ha cifrado Shmigal en un artículo para el diario ‘The Economist’ en el que no solo ha mencionado daños a las infraestructuras, sino también a la industria y el medioambiente.
“El Gobierno ucraniano ya ha establecido un fondo de recuperación a largo plazo. En nuestra opinión, puede ser una solución universal que asegure la reconstrucción. Reducirá los costes logísticos y administrativos, y alentamos a nuestros socios internacionales a dirigir todos los recursos a través de este fondo”, ha animado.
Shmigal ha explicado que esta cifra es resultado de las conclusiones de catorce grupos gubernamentales creados para contabilizar “con precisión” los daños causados por las tropas rusas durante la invasión, de la que se han cumplido ya dos meses.
“Restaurar la infraestructura del país es un comienzo obvio. Estimamos que la pérdida total en esta área ya podría superar los 100.000 millones de dólares”, pero “no solo queremos reconstruir carreteras, puentes o acueductos”, pues “planeamos construir una economía completamente nueva” con la que “Ucrania espera avanzar rápidamente hacia la integración en la Unión Europea”, ha confiado.
Shmigal está convencido de que la agresión rusa “amenaza con provocar una crisis mundial de suministro de alimentos” puesto que el año pasado Ucrania fue el segundo mayor proveedor de cereales de la Unión Europea, con el 14 por ciento de las importaciones, y el mayor exportador de aceite de girasol del mundo, con el 47 por ciento de los suministros mundiales.
Hay tres posibles fuentes de financiación para este fondo de recuperación, ha contado Shmigal. El primero, son los activos rusos congelados por los países occidentales y que según sus cálculos están valorados en al menos 300.000 millones.
En segundo lugar, confía en que puedan acceder en buenas condiciones a préstamos y subvenciones de sus socios internacionales. “Los sectores que necesitan recuperación pueden atraer inversiones de algunas de las empresas más grandes del mundo”, ha señalado Shmigal, siempre con vistas a que Ucrania se convierta en miembro de pleno de derecho de la Unión Europea.
Por último, ha subrayado que la otra fuente de financiación corresponde al Gobierno y pueblo ucranianos. “Hemos demostrado que estamos dispuestos a morir por nuestra libertad y sabemos que al final ganaremos esta guerra” tanto en el campo de batalla, como en la reconstrucción de Ucrania, ha enfatizado.
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