Donald Trump hizo su aparición en un tribunal de Nueva York durante la tercera semana de un juicio civil por fraude que podría tener un impacto significativo en su imperio empresarial. El expresidente estadounidense enfrenta acusaciones de inflar su patrimonio neto con el fin de obtener condiciones de préstamo más favorables, lo que le habría permitido ahorrar cientos de millones de dólares.
Este retorno a la corte de Trump coincidió inicialmente con el testimonio programado de su exabogado, Michael Cohen, quien es una figura clave en el caso y se espera que testifique la próxima semana.
El martes, se anticipa que un tasador inmobiliario que evaluó las 40 propiedades de Trump en Wall Street dará su testimonio, al igual que un contador vinculado a la Organización Trump y su contabilidad interna.

La demanda, presentada por la fiscal general de Nueva York, Letitia James, quien es demócrata, alega que Trump logró obtener cientos de millones de dólares de manera indebida al inflar el valor de sus propiedades en los documentos proporcionados a los bancos.
Trump ha negado cualquier conducta indebida y ha defendido las valoraciones de sus propiedades, calificando el caso como un ‘fraude’ y arremetiendo contra tanto James como el juez que supervisa el caso.
El juez Arthur Engoron emitió un fallo en septiembre en el que declaró que Trump había cometido fraude y ordenó la disolución de las empresas que controlan las propiedades más destacadas de su cartera inmobiliaria, incluyendo la ‘Trump Tower’ en Manhattan. Esta sentencia está en espera mientras el expresidente apela.
El juicio se centra en gran medida en los daños y perjuicios. James busca al menos 250 millones de dólares en multas, la prohibición permanente de que Trump y sus hijos, Donald Jr. y Eric, dirijan negocios en Nueva York, y una prohibición de cinco años en la actividad inmobiliaria comercial para Trump y la Organización Trump.