El desfile en honor a los campeones del Super Bowl, los Chiefs de Kansas City, se vio ensombrecido por un acto trágico: un tiroteo que dejó un saldo de 22 heridos y una persona fallecida, entre ellos 11 menores.
Este suceso se une a una serie de eventos deportivos empañados por la violencia armada en los Estados Unidos. El año anterior, tras la coronación de los Nuggets de Denver en la NBA, un tiroteo en el centro de la ciudad causó heridas a varios asistentes.
Los disparos sembraron el caos entre los presentes, obligando a muchos aficionados a correr en busca de refugio. Entre los heridos, 11 son niños, lo que agrava aún más la tragedia.
La jefa de policía de Kansas City, Stacey Graves, ofreció detalles sobre las víctimas y los arrestos durante una conferencia de prensa. Según sus declaraciones, tres individuos han sido detenidos y, gracias a la rápida reacción de un grupo de aficionados, uno de los presuntos responsables pudo ser capturado.