Caracas. El presidente Nicolás Maduro denunció ayer que se está intentando imponer en Venezuela un golpe de Estado de carácter fascista y contrarrevolucionario nuevamente.
“Podría denominarlo una especie de Guaidó 2.0”, dijo, durante el acto en que el Consejo Nacional Electoral venezolano (CNE) lo proclamó ganador de los comicios presidenciales celebrados antier.
“Ya vivimos esto antes. Esta película ya la vimos. La misma película, con un guion parecido. Los protagonistas somos los mismos. Por un lado, el pueblo que quiere paz, democracia, prosperidad, progreso. Y por otro lado, élites llenas de odio con un proyecto contrarrevolucionario fascista, agregó al referirse a que el opositor Juan Guaidó se proclamó presidente legítimo en 2019, y tuvo el reconocimiento de Estados Unidos y sus aliados.
Ya están ensayando los primeros pasos fracasados para desestabilizar a Venezuela, esta vez no va a haber ningún tipo de debilidad. Esta vez en Venezuela se respetará la Constitución, se respetará la ley y no se impondrán ni el odio ni el fascismo, la mentira o la manipulación, advirtió.
Recordó las dificultades de la campaña electoral, como el intento permanente de asesinato, tras afirmar que se intentó desde mayo del año pasado, asesinarlo en cinco oportunidades.
Resaltó que a nivel internacional quienes cuestionan ahora el resultado electoral son los mismos que apoyaron los intentos previos de forzar un cambio político, y aseveró que se trata de “la ultraderecha fascista, y los mismos grupos dirigidos por el imperio estadounidense.
Antes de su intervención, el presidente del CNE, Elvis Amoroso, proclamó a Maduro presidente reelecto para el periodo 2025-2031, y aseveró que los venezolanos expresaron su voluntad absoluta, eligiendo presidente constitucional a Maduro y añadió que la elección se desarrolló en un clima de respeto, paz y participación democrática; aunque algunos pretendieron generar violencia.
En las calles, cientos de personas tocaron “cacerolazos” en señal de protesta, de acuerdo con cámaras de CNN. El equipo de CNN en el terreno constató que algunos manifestantes eran rociados con gas lacrimógeno.
