Nayib Bukele ha emergido como un vencedor imparable en las elecciones salvadoreñas, asegurando su reelección con una victoria avasalladora. Los resultados preliminares revelan que su partido conquistó 58 de los 60 escaños en el Congreso, consolidando un dominio absoluto en la política salvadoreña.
Con el 31% de los votos contados, Bukele logró un impresionante 82.9% de las preferencias ciudadanas, dejando atrás a los partidos opositores, Arena (derecha) y FMLN (izquierda). Este triunfo contundente destaca el respaldo masivo hacia Bukele por parte de la población.
A pesar de las críticas y cuestionamientos sobre su participación en las elecciones, derivados de la prohibición constitucional de la reelección inmediata, Bukele, como el primer mandatario salvadoreño reelecto en casi un siglo, se compromete a mantener su programa de seguridad excepcional hasta la erradicación completa de las pandillas.
El compromiso con el bitcóinBTC como moneda de curso legal y la visión a largo plazo del “bukelismo” como un proyecto de décadas fueron reafirmados por su vicepresidente. Mientras el país celebra esta victoria, Bukele asegura que El Salvador continuará bajo un régimen de excepción hasta que se capture al último pandillero.
Los resultados electorales no solo reflejan un respaldo a Bukele, sino también un hartazgo de décadas de inseguridad en El Salvador. Con 6.2 millones de salvadoreños participando en las elecciones, la encuesta a boca de urna de CID Gallup sugiere que el oficialismo habría obtenido 58 de los 60 escaños disponibles en el Congreso, dejando a la oposición prácticamente desvanecida, según las palabras del propio Bukele.