- El líder de Corea del Norte, Kim Jong Un, dirige una evaluación de armamento naval.
El líder norcoreano Kim Jong Un inspeccionó una unidad naval y supervisó una prueba de misiles de crucero estratégico, según informó la prensa estatal el lunes. Esto tuvo lugar antes del inicio de los ejercicios militares conjuntos entre Corea del Sur y Estados Unidos.
Durante su visita al Mar del Este, también conocido como Mar de Japón, Kim observó a su tripulación llevar a cabo un ejercicio de lanzamiento de “misiles de crucero estratégico”. La agencia estatal norcoreana KCNA reportó que los misiles alcanzaron su objetivo sin errores.
Aunque no se proporcionaron detalles adicionales sobre la fecha y el tipo de misiles utilizados en la prueba, las autoridades de Seúl cuestionaron la precisión del informe de KCNA y declararon que contenía discrepancias significativas con la realidad. El Estado Mayor Conjunto de Seúl afirmó que tanto Corea del Sur como Estados Unidos habían estado monitoreando las señales relacionadas con el ejercicio en tiempo real, detectándolas de antemano.
El propósito de esta prueba es contrarrestar las crecientes amenazas que representa una Corea del Norte armada con armas nucleares. Pyongyang considera estos ejercicios como ensayos defensivos en preparación para una posible invasión y ha advertido en repetidas ocasiones que responderá con acciones “abrumadoras”.
La divulgación de la prueba de misiles crucero ocurrió poco después de que el presidente estadounidense Joe Biden recibiera al líder surcoreano Yoon Suk Yeol y al primer ministro japonés Fumio Kishida en Camp David. En una conferencia de prensa conjunta, los líderes destacaron su compromiso de estrecha cooperación trilateral, un nuevo enfoque que habría sido inimaginable hace unos años debido a la ocupación japonesa de la península de Corea entre 1910 y 1945.
Esta cumbre trilateral, la primera de su tipo entre los tres países, abordó temas relevantes, incluyendo la situación en China y, en particular, Corea del Norte. Se acordó un plan multianual de ejercicios regulares en diversos territorios, excediendo los ensayos en respuesta a Pyongyang, así como un “compromiso de consulta” formal en momentos de crisis, para el cual Biden anunció la creación de una línea de comunicación directa.
Adicionalmente, se alcanzó un acuerdo para compartir información en tiempo real sobre Corea del Norte y llevar a cabo cumbres anuales entre los líderes de los tres países.