Una vez más, la estatua del renombrado jugador Daniel Alves, erigida en Juazeiro, Brasil, ha sido objeto de vandalismo, en medio de crecientes tensiones sobre su reconocimiento a pesar de ser condenado por un delito sexual.
Hoy, la escultura apareció manchada de pintura blanca, apenas unos días después de que se cubriera su cabeza con una bolsa negra y cinta adhesiva en señal de protesta.
Estos actos de vandalismo llegan tras la reciente sentencia en España que condenó al futbolista por un caso de violación, lo que ha generado un fuerte rechazo hacia la estatua que lo homenajea en su ciudad natal.
La obra, una creación del talentoso escultor Leo Santana, retrata al exjugador en diversos equipos de renombre, ataviado con la camiseta nacional y dominando un balón con maestría.
Los residentes locales han solicitado enérgicamente la remoción de la estatua, inaugurada en 2020, argumentando que ensombrece la reputación de la ciudad.
Lo que comenzó como una protesta en las redes sociales ha cobrado fuerza, con representantes comunitarios exigiendo acciones concretas al gobierno local.
Ante esta situación, las autoridades municipales tienen previsto reunirse esta semana para evaluar la petición y abordar el creciente malestar en la comunidad.
A pesar de la polémica que rodea a la estatua, Daniel Alves ha disfrutado de una destacada carrera, acumulando múltiples títulos y participaciones en la selección nacional brasileña.