El huracán Beryl llegó a tierra en la madrugada del lunes cerca de Matagorda, Texas, a 85 millas al sur de Houston. A pesar de ser un huracán de categoría 1, sus vientos sostenidos de 80 millas por hora han causado daños significativos en la región.
La tormenta está perdiendo fuerza gradualmente, y el Centro Nacional de Huracanes (NHC) prevé que se moverá hacia el este de Texas y Arkansas. Hasta ahora, 121 condados de Texas han declarado el estado de desastre debido a los efectos de Beryl.
Más de un millón de hogares y negocios se han quedado sin electricidad debido a la tormenta. Antes de llegar a Texas, Beryl atravesó varias islas del Caribe, causando más de una decena de muertes, y también afectó a la península de Yucatán en México.
Los dos aeropuertos de Houston han sido impactados por la tormenta, con más de mil vuelos cancelados según datos de FlightAware. Además, la falta de electricidad en la zona ha agravado la situación.
Jack Beven, del NHC, advierte que aunque Beryl está moviéndose hacia el interior, aún no hemos visto el final de esta situación. Se esperan fuertes vientos en el este de Texas y cerca de Louisiana, junto con lluvias acumuladas de hasta 10 pulgadas en algunas áreas del golfo de México.
Las autoridades instan a los residentes a mantenerse informados y a tomar las precauciones necesarias mientras el huracán sigue su curso.