El obispo retirado de la diócesis de Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, fue hallado en un centro médico en Morelos tras haber sido víctima de un secuestro y robo.
El prelado estuvo desaparecido durante aproximadamente 40 horas antes de ser localizado en un hospital de Morelos. La Fiscalía de Morelos está investigando el incidente como un secuestro rápido y también está examinando un posible robo de fondos de sus cuentas bancarias.
Se informó que los delincuentes despojaron al obispo de su dinero y robaron su vehículo antes de liberarlo. Rangel, que sufría de baja presión, se dirigió por su cuenta al hospital para recibir tratamiento.
Rangel fue encontrado con vida pero gravemente golpeado en el hospital general Dr. José G. Parres de Cuernavaca, Morelos. Aunque ingresó como un paciente desconocido después de ser encontrado tirado en una calle.
El fiscal de Morelos, Uriel Carmona, se presentó en el hospital después de que se confirmara la identidad del obispo gracias a la difusión en las redes sociales sobre su desaparición.
Se planea trasladar al obispo a un hospital privado en Cuernavaca para recibir atención especializada, aunque su condición se reporta como estable.
La desaparición de Rangel fue reportada por el sacerdote Juan Ricardo Negrete Cárdenas, quien aseguró que salió de su hogar en Jiutepec, Morelos, el sábado 27 de abril.
En la denuncia presentada ante la Fiscalía General del Estado, Negrete Cárdenas mencionó varios retiros de dinero de la cuenta del obispo durante su ausencia.
Rangel, de 78 años, tiene problemas de salud como hipertensión arterial, un marcapasos y secuelas del covid-19.
La Conferencia del Episcopado Mexicano informó sobre la desaparición del obispo retirado, quien había mediado entre grupos del crimen organizado para detener la violencia en Chilpancingo en febrero pasado, lo que le valió amenazas de muerte.