Durante una conferencia de prensa en el Palacio Nacional, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, instó a los habitantes de Chilpancingo a mantenerse alerta y no permitir que grupos criminales los manipulen.
AMLO expresó su preocupación y pidió a los residentes de Guerrero, en particular de Chilpancingo y Chilapa, que actúen con cautela y eviten confrontaciones con los líderes del crimen organizado. El presidente señaló que es una táctica común de los delincuentes establecer una base social de apoyo, que en el pasado se logró a través de la distribución de despensas durante el auge del huachicol.
El mandatario afirmó que la población no quiere ser utilizada por la delincuencia, ya que su gobierno está enfocando grandes esfuerzos en ayudar a los más necesitados, especialmente en Guerrero, donde se han implementado numerosos programas de apoyo social y se ha erradicado la corrupción.
Enfatizó que su gobierno no se dejará influenciar ni se convertirá en rehén de nadie. Aseguró que no tolerarán la tortura, las masacres ni las desapariciones forzadas. Además, hizo hincapié en la instrucción de la secretaria de Seguridad, Rosa Icela, respaldada por el gabinete de seguridad, de no caer en provocaciones.
AMLO destacó que si los manifestantes tienen demandas legítimas, su gobierno las atenderá. Sin embargo, advirtió sobre aquellos que buscan liberar a detenidos y retener a funcionarios públicos como parte de sus exigencias. A pesar de ello, confía en que la gente de Guerrero brindará su apoyo en la medida de lo posible.
El presidente subrayó que su gobierno no se asemeja a la administración del expresidente Calderón, cuando la violencia prevalecía y se mantenía un silencio cómplice. Enfatizó que el país ya no es un estado fallido ni un narcoestado, y se comprometió a mantener a la población informada y protegida sin poner en peligro a nadie.
Según reportes de Quadratín Guerrero, el lunes más de cinco mil residentes, quienes aseguraron no tener vínculos con la delincuencia, paralizaron la capital mediante enfrentamientos con la policía y la Guardia Nacional, cierres de negocios, tomas de edificios gubernamentales, bloqueos y retención de funcionarios públicos. Estos eventos llevaron a la suspensión de clases el martes, y también se registraron nuevos cierres viales durante el transcurso del día.