Ciudad de México – En su rueda de prensa matutina celebrada en el Palacio Nacional, el presidente Andrés Manuel López Obrador llevó a cabo un acto oficial trascendental: la transferencia de la gestión operativa del Tren Maya a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Después de un minucioso examen de los avances logrados en el proyecto ferroviario a nivel federal, el jefe de Estado procedió a formalizar el relevo de responsabilidades que coloca a la Sedena al mando de la construcción de los 1,554 kilómetros de vías férreas, la adquisición de trenes, la creación de cocheras y talleres, y la supervisión integral de esta monumental empresa.
El presidente subrayó que el Tren Maya constituye un plan holístico que abarca tanto el transporte de pasajeros, a nivel nacional e internacional, como el transporte de mercancías. Su concepción tiene como objetivo primordial impulsar la economía en la región sureste de México, capitalizando el flujo turístico hacia los destinos de Quintana Roo y Cancún.
En esta óptica, el mandatario hizo hincapié en que cinco estados en la región sureste tendrán la oportunidad de experimentar un crecimiento económico que, hasta ahora, había sido esquivo. Durante muchos años, esta parte del país había sido postergada en términos de inversión pública, con el crecimiento económico concentrado principalmente en Cancún, mientras que otras áreas quedaban relegadas.
El Tren Maya encierra la posibilidad de un crecimiento sostenible en el sureste, pues conectará una región caracterizada por sus selvas tropicales, una exuberante biodiversidad, playas idílicas y un invaluable patrimonio cultural heredado de la civilización maya.
En este contexto, López Obrador aseguró que el Ejército Mexicano asumirá la responsabilidad de salvaguardar y administrar el proyecto. Esto se fundamenta en la financiación del proyecto con fondos públicos, en contraposición a la toma de deuda, con el objetivo de garantizar que el dinero del erario no caiga en manos privadas. Este enfoque contrasta con la historia de corrupción que solía asociarse a Fonatur, la cual solía vender terrenos en Cancún a precios considerablemente bajos a individuos vinculados a gobiernos anteriores, como los de Vicente Fox y Felipe Calderón.
A modo de ejemplo, mencionó el caso del exgobernador de Sinaloa, Toledo Corro, quien adquirió un rancho que originalmente estaba destinado a convertirse en un desarrollo turístico, pero que finalmente quedó protegido como reserva natural durante su mandato.
En lo que respecta a cambios en la dirección de Fonatur, el presidente también comunicó la dimisión de Javier May Rodríguez, quien se postula como candidato a la gubernatura del estado de Tabasco por el partido Morena en las elecciones de 2024. López Obrador elogió la lealtad de May Rodríguez hacia el pueblo y su movimiento, así como su contribución al proyecto del Tren Maya.
Con la partida de May Rodríguez, el general Óscar David Lozano Águila asumirá la responsabilidad del proyecto Tren Maya.