El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha salido en defensa de Samuel García, quien optó por no ser parte de la contienda presidencial para regresar como gobernador de Nuevo León. En sus palabras, López Obrador afirma que si García fuera despojado de su cargo por el Congreso estatal o la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), sería un golpe de Estado.
Hoy, López Obrador compartió su asombro ante la intervención de la Suprema Corte, comentando sobre la discusión en torno a Samuel García durante el viernes y sábado por la noche. Hizo hincapié en la actividad nocturna en la zona, mencionando a Laynez, el ministro, quien estaba vigilante durante ese período.
En relación con la resolución de la Corte sobre la situación de García, expresó que si se consideraba ilegal su posición y respaldaba la actuación del Congreso de Nuevo León, esta determinación llevó a García a decidir regresar a sus funciones como gobernador. López Obrador mostró su preocupación, sugiriendo que destituir a alguien elegido democráticamente equivaldría a un golpe de Estado.
El presidente calificó el tema de Samuel García en Nuevo León como un asunto “politiquero”, ligado a las próximas elecciones presidenciales. Afirmó que la oposición, especialmente el bloque conservador liderado por Claudio X. González, se opuso a García para evitar que se postulara como candidato, ya que temían que García dividiera las simpatías de las clases medias.
El pasado sábado, Samuel García anunció su decisión de no participar en la carrera presidencial de México para retomar su papel como gobernador de Nuevo León, a pesar de la resolución de la Suprema Corte que validó la designación de Luis Enrique Orozco en el cargo.
A través de su perfil de Instagram, García compartió el acuerdo en el que decidió no hacer efectiva su licencia, la cual le habría permitido separarse de su cargo a partir del 2 de diciembre para continuar con su precampaña como candidato de Movimiento Ciudadano.
