El presidente Joe Biden anunció este martes (18.06.2024) un nuevo programa destinado a regularizar la situación de más de medio millón de migrantes que residen en el país sin estatus legal, según fuentes oficiales.
Los principales beneficiarios de esta medida serán los cónyuges de ciudadanos estadounidenses y los graduados de universidades locales, incluidos los “dreamers”, aquellos que llegaron al país siendo niños. Este cambio permitirá a los inmigrantes sin permiso de residencia, que están casados con ciudadanos estadounidenses, obtener la residencia sin tener que salir del país para solicitarla. La Casa Blanca informa que estos cambios favorecerán a quienes hayan vivido “en el país al menos 10 años y estén casados con un ciudadano estadounidense antes del 17 de junio de 2024”.
El Gobierno estima que cerca de 500.000 inmigrantes, además de “unos 50.000 hijastros de ciudadanos estadounidenses”, podrán acogerse a esta nueva normativa.
Las autoridades revisarán todas las solicitudes caso por caso. Aquellos que sean aprobados tendrán tres años para solicitar la residencia permanente, durante los cuales podrán permanecer en Estados Unidos y obtener un permiso de trabajo de hasta tres años. Una vez obtenida la residencia permanente, también conocida como tarjeta verde, el beneficiario podrá solicitar la ciudadanía.
La reforma de Biden también facilitará la obtención de visas de trabajo para los graduados de instituciones de educación superior estadounidenses, siempre y cuando “hayan recibido una oferta de empleo altamente cualificada”.
El anuncio del presidente demócrata se produce días después del 12° aniversario del DACA, un programa implementado por la administración de Barack Obama, cuando Biden era vicepresidente. Este programa protege a los beneficiarios, los “dreamers”, de la deportación y les permite trabajar.
La migración es uno de los temas que más preocupan a los estadounidenses de cara a las elecciones de noviembre, en las que Biden buscará la reelección frente al expresidente republicano Donald Trump, quien durante su mandato intentó poner fin al DACA, argumentando que era inconstitucional.