El lunes 17 de junio, un tiburón fue avistado cerca de la costa de Gran Canaria, específicamente en la playa de Melenara, desencadenando el cierre temporal del lugar.
El avistamiento provocó gritos entre los bañistas, especialmente jóvenes, al observar cómo el tiburón se aproximaba velozmente hacia la orilla, su aleta visible sobre la superficie del agua.
La policía respondió rápidamente al recibir la alarma, evacuando a las personas presentes en la playa. Previamente, los socorristas habían asegurado el área acuática y pronto se izó la bandera roja como medida preventiva.
Las imágenes capturadas mostraron a los jóvenes corriendo hacia zonas seguras mientras el tiburón se acercaba a la costa, aunque finalmente se alejó antes de llegar demasiado cerca.
El animal en cuestión fue identificado como un tiburón martillo, conocido por alcanzar tamaños de hasta 20 pies de largo y un peso de hasta mil libras, aunque suelen ser más pequeños en promedio.
A pesar de que la mayoría de las especies de tiburones martillo se consideran inofensivas para los humanos y se han registrado pocos ataques, son depredadores activos en su entorno natural.
