Por segundo día seguido, la Vía Corta a Mérida ha sido bloqueada por los ejidatarios de Manuel Ávila Camacho, quienes demandan compensación por tierras expropiadas hace más de 50 años para la construcción de esta carretera.
Esta vez, los manifestantes planean mantener el bloqueo de manera indefinida, ya que, según el presidente del Comisariado Ejidal, Francisco Caamal Perea, ninguna autoridad competente ha mostrado interés en resolver el problema.
Ayer, a las 07:00 horas, fue el primer día del bloqueo, que ocurre más de un año después de la promesa de compensación.
En 1970, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) expropió 44 hectáreas de tierra en Manuel Ávila Camacho para construir la Vía Corta a Mérida. A pesar de más de cinco décadas, no se ha pagado ninguna indemnización.
El 3 de mayo de 2021, durante una visita a Quintana Roo, el Presidente Andrés Manuel López Obrador prometió a estos ejidatarios, que ya habían bloqueado el cruce, resolver su situación. Sin embargo, no ha cumplido con esta promesa.
El 8 de mayo del año pasado, hubo un bloqueo en Manuel Ávila Camacho y, para desactivarlo, las autoridades de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) y el Instituto de Avalúo y Administración de Bienes Nacionales (Indaabin) se comprometieron a iniciar el proceso de compensación y finalizarlo antes de terminar 2023.
Al no cumplir con esto, los ejidatarios reanudaron el bloqueo de la carretera desde las 07:00 horas de ayer. A las 17:00 horas decidieron levantarlo temporalmente para evitar un desgaste innecesario.
Hoy, desde las 06:00 horas, retomaron la protesta y planean mantenerla hasta que se resuelva el problema, pues no están dispuestos a tolerar más engaños.
Los manifestantes critican que el Gobierno Federal ha indemnizado rápidamente a las comunidades afectadas por la construcción del Tren Maya, mientras que, en el caso de Manuel Ávila Camacho, no ha habido ningún pago a 54 años de la expropiación.
En este bloqueo participan 168 afectados, organizados en grupos y turnos para mantener la manifestación.
Han colocado piedras, troncos y llantas para impedir el paso de vehículos. Las filas de automóviles alcanzan hasta cuatro kilómetros en ambas direcciones.
Solo se permite el paso a vehículos con enfermos graves y a equipos de emergencia.