Tapachula, Chis. Un caluroso abrazo simbolizó la afinidad política e ideológica entre los presidentes de México y Guatemala, Andrés Manuel López Obrador y Bernardo Arévalo de León, respectivamente. Ayer, en su primer encuentro bilateral, se comprometieron a construir una frontera ejemplar que promueva la unión en lugar de la separación.
Cuatro meses después de que Arévalo asumiera la presidencia, a pesar de la oposición de sectores conservadores en su país, su homólogo mexicano lo recibió en esta ciudad fronteriza en un ambiente de camaradería y con el protocolo diplomático adecuado.
Ambos mandatarios acordaron intensificar las acciones contra el narcotráfico y el tráfico de migrantes mediante esfuerzos conjuntos en seguridad y cooperación, reconociendo ambos desafíos como prioridades bilaterales.
Acompañados por sus respectivas comitivas, discutieron cuatro ejes prioritarios para la relación bilateral: migración, seguridad fronteriza, infraestructura ferroviaria –con planes de extender los trenes Maya y del Istmo hasta Guatemala– y cooperación para el desarrollo.
En este contexto, López Obrador instó ayer en su conferencia matutina a Estados Unidos a incrementar los recursos destinados a apoyar a las naciones de América Latina y el Caribe, para mitigar las causas de la migración, criticando su escasa contribución actual.
El presidente mexicano recibió a Arévalo poco después de las 10 de la mañana en la base aeronaval de Tapachula. Ambos reafirmaron su visión de una frontera común como un espacio de colaboración, y se comprometieron a redoblar esfuerzos para fortalecer la cooperación bilateral, especialmente en la zona fronteriza. Esto permitirá abordar desafíos en seguridad, infraestructura, comercio e inversión, además de mejorar la calidad de vida de las comunidades locales y de las personas en movimiento, según un comunicado conjunto.
Tras un desayuno, ofrecieron un mensaje a los medios –antes del encuentro bilateral– en el que destacaron los lazos culturales e históricos entre sus países.
López Obrador enfatizó que México y Guatemala están unidos por lazos de hermandad, amistad y cultura. Subrayó el compromiso mutuo de ayudarse en cualquier circunstancia, y resaltó que la elección de un presidente con vocación democrática y social en Guatemala fortalecerá aún más esta relación, permitiendo una colaboración fructífera en proyectos beneficiosos para ambas naciones.
Arévalo destacó que la agenda bilateral está orientada a emprender acciones específicas para que la frontera entre ambos países sea un símbolo de unión, permitiendo el crecimiento conjunto como pueblos hermanos hacia un futuro de bienestar, paz, democracia y justicia social.
Entre los funcionarios de alto nivel que los acompañaron se encontraban los cancilleres Alicia Bárcena de México y Carlos Martínez de Guatemala.
Al finalizar el encuentro, emitieron un comunicado conjunto delineando ocho ejes prioritarios para la relación. En materia de seguridad, acordaron que las fuerzas armadas de ambos países colaborarán y compartirán resultados en la lucha contra la criminalidad transfronteriza.
Respecto a la conectividad ferroviaria, México presentó sus proyectos icónicos del Tren Maya y el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec. Guatemala expresó su interés en analizar estas iniciativas y participar en ellas, abriendo espacios de colaboración para integrarse con México y la economía norteamericana.
En cuanto a migración, reafirmaron su compromiso de abordar las causas y apoyar a las comunidades de origen con una perspectiva hemisférica y de derechos humanos. Destacaron que el programa mexicano Sembrando Vida, implementado en Guatemala, ha beneficiado a 14,000 ciudadanos, de los cuales el 63% son mujeres, con una inversión de 20 millones de dólares. Otros acuerdos incluyen la promoción del comercio y el desarrollo de una frontera integrada, entre otros puntos.