El presidente Andrés Manuel López Obrador anunció hoy que su gobierno tomará medidas diplomáticas en respuesta a una controvertida legislación en Texas que facilita la deportación de migrantes que cruzan ilegalmente hacia México.
Enérgicamente, el mandatario denunció la normativa como “draconiana”, “inhumana” e “injusta”, argumentando su incompatibilidad con el derecho internacional.
Subrayó la importancia de la división de poderes en la política exterior, enfatizando que tanto los estados mexicanos como los estadounidenses carecen de competencia en este ámbito.
A pesar de que la Suprema Corte de EE. UU. no intervino para bloquear la ley, una corte federal de apelaciones sí lo hizo, restaurando temporalmente la orden de un juez federal en respuesta a una impugnación presentada por la administración de Biden.