Desde el hermoso enclave de Playa del Carmen, emerge un revelador informe que destapa el cambio radical en los patrones de compra en línea en México. La Asociación Mexicana de Venta Online (AMVO) ha realizado un estudio que ilumina cómo los compradores del país están abrazando una nueva perspectiva en sus hábitos de adquisición, impulsando un giro esencial en la forma en que se llevan a cabo las compras.
El análisis escudriña una asombrosa realidad: un significativo 54% de los adquirientes mexicanos están adoptando una actitud omnicanal al proceder con sus compras en línea. Esta cifra sobrepasa la media de América Latina, fijada en 48%, y se eleva incluso por encima del promedio mundial, que se sitúa en 49%.
Este patrón, que ha ganado inercia en los últimos años, experimentó un impresionante aumento del 16% durante el transcurso del año 2022 en comparación con el año precedente, 2021.
Un elemento que cobra un papel protagónico en este nuevo panorama es el fenómeno del “webrooming”. De hecho, el estudio revela que el 95% de los encuestados admitió llevar a cabo una exploración virtual antes de culminar su transacción en un establecimiento físico. Sin embargo, un matiz interesante lo aporta el 86% de los participantes, quienes describen un flujo inverso: si bien su proceso de búsqueda y comparación inicial se despliega a través de múltiples canales, la culminación de la compra se materializa en plataformas en línea. Por último, un sólido contingente del 85% confiesa que su elección final de compra pivota en la búsqueda de las ofertas más atractivas, sin importar si el canal de compra es de naturaleza física o virtual.
El reporte también arroja luz sobre las categorías de consumo que destacan en el escenario mexicano. Estas incluyen la categoría de comestibles, que acapara el 35% de las transacciones en línea; seguida por viajes, con un 26%; moda, con un 25%; entretenimiento para el hogar, con un 24%; electrónicos, con un 23%; mejoras para el hogar, con un 21%; y productos de lujo, con un 11%. Este variado panorama refleja la destreza con la cual los consumidores se están adaptando a las oportunidades y facilidades que brinda el entorno digital, en constante y dinámica evolución.